viernes, 14 de septiembre de 2018

DE TEMPORADA: SEPTIEMBRE

“Si nos perdiéramos en el campo en septiembre, no pasaríamos hambre”; siempre lo ha dicho mi padre. Huertas con tomates, pimientos, y algún melón; arbustos con moras y frambuesas, higueras de camino al río Ebro, los primeros almendrucos, peras y manzanas aún duras pero listas para recoger y uvas maduras en las viñas desde luego te aseguran la supervivencia en caso de inanición.



A caballo entre el verano y el otoño, en el mes de la vuelta al cole, al trabajo, a las actividades extraescolares y deportivas, todavía conviven las frutas veraniegas como el melón, el melocotón y la nectarina, con las de mediados de estación como las moras y los higos, y las que nos anuncian el otoño: peras, manzanas y uvas.
Productos de la huerta. Sin lavar y sin dar brillo: tal cual recogidos

En septiembre toca vendimiar (a veces también en octubre); todo depende de cómo de adelantada venga la cosecha. No hay dos años iguales, y aunque el cultivo en invernadero y la importación nos acerca este fruto hasta en invierno, es en estos meses donde los encuentras de producción cercana. Aunque tienen mala fama por su riqueza en azúcares, en realidad es un alimento muy depurativo y alcalinizante, por lo que popularmente se ha creado “la dieta de la uva” con fines adelgazantes. Sin aventurarme a decir si esta dieta alcanza los objetivos propuestos, sí que está documentado que la riqueza en potasio de la uva la convierte en un alimento muy recomendable para nuestros riñones, y la presencia de taninos y otros compuestos antioxidantes como el resveratrol abundantes en la piel ayudan al hígado a eliminar toxinas. Recordemos, que nosotros ya disponemos de órganos que purifican y eliminan toxinas de nuestro organismo, sólo hay que comer bien para que riñones e hígado funcionen bien. 
Uva moscatel: dulce entre las dulces

De sabor suave y dulce, y con forma similar a un globo, la pera también  resulta muy interesante desde el punto de vista nutricional porque tiene mucha agua, pocas calorías por 100 g, azúcares asimilables por las personas diabéticas, y muy poco sodio pero mucho potasio, así que es perfecta como diurético y como reguladora de la tensión arterial. La mayoría de sus vitaminas y minerales se encuentra en la piel, así que siempre recomendable lavarla bien o conseguir piezas de cultivos sin tratamientos químicos o ecológicos. La variedad “conferencia” recogida durante el mes de septiembre, puede encontrarse fresca en los mercados hasta noviembre, aunque su almacenamiento en cámaras permite que se pueda comprar prácticamente todo el año.
Tomates, pimientos, lechugas, judías, nos siguen acompañado también este mes, dando la bienvenida  a la calabaza, que nos recuerda que el otoño está a la vuelta de la esquina. Pero hasta entonces, ¡a disfrutar del verano!

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