Ya llevamos más de un mes de primavera y además por fin hemos
visto el sol, nos hemos quitado los abrigos y hasta hemos enseñado los dedillos
de los pies. Primavera loca, que me temo nos hará volver a las chaquetas
gordas, chubasqueros y paraguas, y a los platos calientes de cuchara que me
gustan tanto. Pero lo cierto es que con la primavera llegan frutas y verduras
de un montón de colores que además de apetitosos y nutritivos, también nos
ponen a punto por dentro preparándonos para comidas más ligeras y más adecuadas
para un tiempo algo más cálido. Comer de temporada es más barato porque la
producción está en su apogeo, más nutritivo porque se produce más cerca evitando largos transportes o almacenajes, y más saludable porque le
cae mejor al cuerpo.
Se me ha ocurrido que podía hacer una reseña mensual con las frutas y verduras propias de esa temporada así que antes de que se acabe el mes de abril vamos a la tarea. Consultando una serie de calendarios de frutas y verduras he
comprobado lo confuso que es saber qué es lo que verdaderamente te ofrece la
estación en la que estás. Cuando yo era pequeña, lo único que era lo que nos
daba el huerto, o el regadío como lo llamamos en mi pueblo, así que estaba
claro que comíamos de temporada, eso sí, terminabas hasta el gorro de comer
todos los días lo mismo…En estos tiempos la producción en invernadero o la
importación hacen que no carezcamos de nada, pero ¿que tenemos en primavera de
temporada? Y más en concreto ¿Qué encontramos en el mes de abril? Pues aunque
depende del clima local y de la variedad en este mes encontramos:
Fresas: ya están próximas a acabar la temporada. Recuerdo la
ilusión que me hacía ver las primeras fresas que traía a mi abuelo del
regadío…empezaba a hacer calor, iba sin abrigo a la escuela…. ¡¡Era primavera!!
Aquellas frutillas eran pequeñas pero sabrosas. Ahora ya casi no se ven.
Comemos fresones enormes desde el mes de enero, los pagamos a un precio que aún
nos parece barato, pero cuando verdaderamente están en su mejor momento es en
los meses de marzo y abril, y a un precio ridículo comparado con el de primeros
de año. A la hora de comprar fijaros en que estén rojas, y cuidado que a veces
en las bandejas están las pochas por abajo. Una vez en casa mejor dejarlas a la
fresca y lavarlas sin cortar el rabito para que no se llenen de agua por
dentro. Si no las vas a comer en el momento, secar bien para que se conserven
mejor: la humedad solo favorece la podredumbre.
Espárragos verdes y blancos: aunque encontramos espárragos verdes de importación en el súper durante todo el año, estos tallos están ahora en su máximo esplendor y sabor. El espárrago blanco, típico de la tierras que riega el Ebro, lo veremos hasta casi el mes de junio, aunque su tersura no será la misma conforme avance la estación. A la hora de comprar su precio variará dependiendo del grosor y del color. Si el espárrago tiene la yema un poco morada es porque le ha dado la luz antes de ser cortado, por eso su precio suele ser un poco más bajo que si son blanquitos. De cualquier modo, el espárrago se recolecta diariamente de noche, y la frescura se refleja en el corte del tallo: si el corte está marrón y con aspecto seco lleva más días recogido, así que fijaros en lo que compráis (y pagáis).
También está de temporada el aguacate. Aunque este
magnífico fruto lo podemos encontrar todo el año importado de países tropicales,
la producción nacional se concentra en el sur de España fundamentalmente.
Personalmente me encanta el aguacate y me da mucha rabia pagar por un fruto que
luego está pasado o no se puede probar de duro. Como consejillo, si cede a la
presión y al quitarle el botón superior está amarillo, está en su punto. Si el
botón es verde estará duro y si está marrón o gris, aprovecha lo que puedas…
Me quedo aquí porque no conviene extenderse pero estaría bien alguna recetilla con alimentos de temporada ¿no?. Me pongo a ello ya que mayo está a la vuelta de la esquina y también tendrá sus protagonistas en la cocina
A cuidarse!!