martes, 20 de febrero de 2018

Kefir


Llevo tiempo pensando en que algún día este blog tendría que ver la luz. Y cuando por fin me decido a hacerlo me surge la duda de por donde empiezo....Seguro que habeís oido hablar del "Kéfir", para bien...o para mal...El kéfir es uno de esos productos que ó lo adoras ó lo odias...Estuve cerca de la segunda opción siendo más jovencita, pero por circunstancias de la vida, probé  a incluirlo en la dieta de uno de mis hijos que estaba pasando por tiempos flojos y desde entonces sólo puedo predicar sus bondades. 


El kéfir es un líquido más o menos consistente, producido por la fermentación de la leche por por una mezcla de bacterias (Lactobacillus, Lactococcus, Leuconostoc, Streptococcus, y Acetobacter) y levaduras (Saccharomyces, Kluyveromyces, y Candida). Estos organismos vivos le confieren la propiedad de probiótico, que quiere decir que en cantidad adecuada producen un efecto beneficioso en la salud del huésped. Estas bondades se deben a que los microorganismos de los granos de kéfir forman polisacáridos y matrices de proteínas en el tracto intestinal que crean un ambiente simbiótico que modifica favorablemente la flora intestinal. La leche kefirada o el kéfir tiene una interesante composición nutricional y además ha mostrado efectos beneficiosos para la salud como por ejemplo la estimulación del sistema inmunitario, efectos antimicrobianos, antitumorales, resultados positivos en la inducción de hipocolesterolemia, e incluso algunos estudios muestran mejoría en los perfiles de lípidos en sangre e hígado. Parece ser que la bacteria probiótica clave en el kéfir es Lactobacillus kefiranofaciens, y precisamente a su consumo regular se asocia la reducción del estreñimiento y la mejora en la microbiota intestinal.

El kéfir es un producto diario resultado de la combinación de la fermentación láctica y alcohólica de la lactosa en la leche. Puedes obtenerlo en casa tras 24 horas de fermentación, y aunque su elaboración requiere unos minutos de atención al día, los beneficios de su consumo compensan la dedicación. Cuando los granos de kéfir se añaden a la leche y se incuban durante aproximadamente 22 horas a 25ºC, los microorganismos en los granos continúan proliferando en la leche con la producción de ácido láctico y otros componentes que causan cambios fisicoquímicos. El producto resultante es una bebida de leche fermentada, ligeramente carbonatada, de sabor único debido a la mezcla de productos resultantes de la fermentación (ácido láctico, dióxido de carbono, acetaldehído, acetona,  una ínfima cantidad de alcohol….). Esta bebida se conserva en el frigorífico como cualquier lácteo y se consume al gusto: sóla, mezclada con yogures, con frutos secos, como sustituto del yogur en los bizcochos caseros, con o sin azúcar….a gustos….aunque siempre buscando la opción saludable claro!!.

Bueno, pues tras esto…sólo queda probar a hacerlo no??? Lo vemos en otro post: como hacer kéfir en casa.










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