miércoles, 21 de marzo de 2018

¿QUE SON LOS ALIMENTOS ANTIOXIDANTES?



Seguro que en algún envase de zumo, de un complemento vitamínico o en el prospecto de una crema facial hemos leído la palabra ANTIOXIDANTE, y generalmente, la impresión que nos da es que es bueno para nosotros. Pero si nos preguntan ¿cómo actúa? ó ¿para qué  necesitamos? ó ¿por qué son buenos los antioxidantes? ¿Sabríamos dar con la respuesta?...Además, ¿de dónde obtenemos los antioxidantes?, ¿necesitamos comprar suplementos a base de antioxidantes?...
Somos pura química. En nuestro cuerpo, por el hecho de vivir se producen simultáneamente reacciones de reducción y de oxidación. Un antioxidante es una molécula que puede contrarrestar la acción de un radical libre. Los radicales libres son moléculas o átomos a los que les falta un electrón, que intentan capturar en el organismo de forma agresiva. En este intento (y a lo largo del tiempo) pueden debilitar la capacidad defensiva de las células y en el peor de los casos modificarla.  La acumulación de radicales libres en nuestro organismo puede deberse a reacciones metabólicas, a inhalación (aire contaminado, humo cigarrillos etc..) o a radiaciones. Aunque la oxidación celular es inevitable y es precisamente la responsable de que envejezcamos, el organismo posee ciertos sistemas antioxidantes que podemos “alimentar”.

Se sabe que los carotenoides (entre los que se incluye la vitamina A o retinol), las vitaminas C (ácido ascórbico) y E (α tocoferol) pueden prevenir o reducir la presencia de radicales libres, con lo cual todo alimento que vaya sobrado de estas vitaminas será bienvenido como antioxidante. Dietas abundantes en frutas y vegetales contienen elevados niveles de antioxidantes que promueven la salud y reducen los efectos del envejecimiento celular. Además es muy recomendable que la ingesta de estos alimentos sea preferentemente cruda, ya que las vitaminas A y C son sensibles a la luz y al calor, por ello deben cuidarse las formas y los tiempos de almacenamiento y los de cocción. Otros de los antioxidantes repartidos por la anatomía de las plantas son los polifenoles, que están contenidos en frutos y bayas de color púrpura, azul, morado y rojo, y en el cacao, en bebidas como el té y en algunas legumbres como la soja (las isoflavonas famosas son polifenoles).
Antioxidantes de origen dietario

Los carotenos son los pigmentos naturales responsables de los colores rojos, amarillos y naranjas de frutas, verduras y cereales.  Sus efectos protectores se potencian en asociación con las vitaminas C y E, y por si mismos previenen frente al daño oxidativo inducido por radiación al acumularse en la piel (como el β-caroteno de una zanahoria por ejemplo). Debido a su naturaleza liposoluble se asimilan mejor en el organismo a nivel intestinal si se encuentran mezclados con algún tipo de lípido o grasa. Es el caso del licopeno, donde su disponibilidad desde el tomate aumenta considerablemente al someterlo a un proceso de cocción en aceite.
La vitamina C no podemos sintetizarla en el organismo, con lo que debe ser ingerida a través de la dieta: cítricos y verduras de hoja verde son fuentes de vitamina C que no deben faltar en nuestra cocina.
La vitamina E es liposoluble, es decir se encuentra asociada a alimentos de origen graso o lipídico como los aceites vegetales. Entre otras funciones, puede neutralizar la oxidación del colesterol malo (LDL), recubre las paredes celulares y favorece la vida de los glóbulos rojos.
Bebidas como el café, el té (fundamentalmente el verde) o el vino podrían ser fuente de polifenoles, pero no conviene empeñarse en tomarlos de estas fuentes cuando hay muchas frutas y verduras que también los contienen.

Como casi todo lo que comemos, todo es bueno en su justa medida. No sirve atiborrarnos a vitamina C, ya que el exceso lo vamos a eliminar por la orina. Un exceso de vitamina A (en caso de tomar sin control suplementos no provenientes de la dieta) puede tener consecuencias en la visión o en los huesos. Algo similar ocurre con la vitamina E, que también se acumula en el cuerpo, y cuyo exceso puede pasarnos factura a nivel renal y cardiovascular. Es decir, lo que con moderación ayuda, sin mesura te perjudica. Lo ideal es tomar todos los días un poco de todo lo bueno que nos ofrecen las frutas y verduras. Preparar platos de muchos colores en los que abunden vitaminas diferentes, cocinados de forma natural, y que además nos encanten.

¡¡¡SALUD Y COLOR!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Quieres aportar algo?

TARTA RED VELVET