viernes, 9 de marzo de 2018

Como hacer kéfir en casa


Para hacer tu propia leche kefirada necesitas algunos utensilios cotidianos, unos gránulos de kéfir y motivación (claro).
Por lo que sé el kéfir es uno de esos productos que se regala, es decir no se vende, pero si no tienes un vecino o una conocida con kéfir puedes preguntar en alguna herboristería por si algún cliente ha dejado unos gránulos ó saben de alguien que los tenga.Yo lo encontré en una herboristería, y en estas tiendas es donde luego he dejado algunos granos de kéfir para repartir entre clientes que lo solicitaban. 

El kéfir tiene naturaleza ácida y reacciona fácilmente con metales reactivos como el latón, cobre, hierro, zinc y aluminio, así que se deben evitar tanto en su preparación cómo en el almacenamiento de la leche kefirada. La mejor opción es utilizar recipientes de vidrio, y utensilios de plástico o madera. El kit básico para la preparación consiste en:
Un tarro de vidrio
Un colador de nylon
Una cuchara o espátula de silicona, madera..
Si has obtenido los gránulos de kéfir congelados, lo ideal es que los pongas en agua poco mineralizada con azúcar en la nevera durante un día, para que se reactive su actividad. Tras ello se aclaran bien con agua y se pone en un tarro con leche preferiblemente entera, se cierra el tarro herméticamente y se pone a fermentar a temperatura ambiente durante aproximadamente 24 horas. Se dice que es preferible evitar la luz durante este tiempo, así que se puede guardar en un armario, y puesto que se va a producir un intercambio gaseoso, hay que procurar dejar el espacio suficiente entre la mezcla de leche con gránulos y la tapa del bote. De este modo también se evitará tocar la tapa de metal del tarro. Si la fermentación dura más de 24 horas el resultado será ligeramente más ácido pero tampoco hay que obsesionarse con las horas ya que no todos los días tenemos la misma disponibilidad.


 
Tras este paso ya estamos en condiciones de obtener nuestra bebida kefirada. Para colar el kéfir en una botellita o en un tarro, además del colador me agencié un embudo de plástico que coloco debajo del colador, y de esta manera evito los derrames y caídas (porque a nadie le gusta encontrarse gránulos cuando está bebiendo…). El líquido resultante lo puedes tomar sólo o mezclado con lo que te parezca, con o sin azúcar, miel (preferiblemente poquita, ya sabes….), y se conserva tranquilamente en frío en condiciones adecuadas durante unos días.
Para repetir el proceso, se lavan los gránulos en el mismo colador para retirar los restos de leche y se repite el proceso anterior. Puede darse el caso de que te ausentes de casa durante unos días o que no desees hacer kéfir durante unos días por cualquier motivo…en tal caso, una vez colada la leche kefirada, lavas bien los gránulos y los pones con agua mineral y azúcar en la nevera. Cuando desees reiniciar el proceso sólo tienes que empezar de nuevo.
Puede ser que te surjan dudas como: ¿cuál es la proporción de leche respecto a gránulos?, ¿cuánta azúcar pongo cuando lo dejo en reposo en la nevera..?, ¿qué pasa si se me olvida colarlo en varios días…?.  La mayoría de las veces es cuestión de práctica y de sentido común. No se trata de convertir la tarea en algo complicado sino en animarse a hacerlo y luego poco a poco ir solucionando dudas. Para empezar, puedes obtener medio vaso de leche kefirada con un puñadito de gránulos como una ciruela y a medida que va creciendo la masa ir añadiendo más leche…Ya es un inicio..¿Que? ¿Te animas?

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