Para hacer tu propia leche kefirada necesitas algunos utensilios cotidianos, unos gránulos de kéfir y motivación (claro).
Por lo que sé el kéfir es uno de esos productos que se regala, es decir no se vende, pero si no tienes un vecino o una conocida con kéfir puedes preguntar en alguna herboristería por si algún cliente ha dejado unos gránulos ó saben de alguien que los tenga.Yo lo encontré en una herboristería, y en estas tiendas es donde luego he dejado algunos granos de kéfir para repartir entre clientes que lo solicitaban.
El kéfir tiene naturaleza ácida y reacciona fácilmente con metales
reactivos como el latón, cobre, hierro, zinc y aluminio, así que se deben
evitar tanto en su preparación cómo en el almacenamiento de la leche kefirada.
La mejor opción es utilizar recipientes de vidrio, y utensilios de plástico o
madera. El kit básico para la preparación consiste en:
Un tarro de vidrio
Un colador de nylon
Una cuchara o espátula de silicona, madera..
Si has obtenido los gránulos de kéfir congelados, lo ideal es que los
pongas en agua poco mineralizada con azúcar en la nevera durante un día, para
que se reactive su actividad. Tras ello se aclaran bien con agua y se pone en
un tarro con leche preferiblemente entera, se cierra el tarro herméticamente y
se pone a fermentar a temperatura ambiente durante aproximadamente 24 horas. Se
dice que es preferible evitar la luz durante este tiempo, así que se puede
guardar en un armario, y puesto que se va a producir un intercambio gaseoso,
hay que procurar dejar el espacio suficiente entre la mezcla de leche con
gránulos y la tapa del bote. De este modo también se evitará tocar la tapa de
metal del tarro. Si la fermentación dura más de 24 horas el resultado será
ligeramente más ácido pero tampoco hay que obsesionarse con las horas ya que no
todos los días tenemos la misma disponibilidad.
Tras este paso ya estamos en condiciones de obtener nuestra bebida
kefirada. Para colar el kéfir en una botellita o en un tarro, además del
colador me agencié un embudo de plástico que coloco debajo del colador, y de
esta manera evito los derrames y caídas (porque a nadie le gusta encontrarse gránulos
cuando está bebiendo…). El líquido resultante lo puedes tomar sólo o mezclado
con lo que te parezca, con o sin azúcar, miel (preferiblemente poquita, ya
sabes….), y se conserva tranquilamente en frío en condiciones adecuadas durante
unos días.
Para repetir el proceso, se lavan los gránulos en el mismo colador para
retirar los restos de leche y se repite el proceso anterior. Puede darse el
caso de que te ausentes de casa durante unos días o que no desees hacer kéfir
durante unos días por cualquier motivo…en tal caso, una vez colada la leche
kefirada, lavas bien los gránulos y los pones con agua mineral y azúcar en la
nevera. Cuando desees reiniciar el proceso sólo tienes que empezar de nuevo.
Puede ser que te surjan dudas como: ¿cuál es la proporción de leche
respecto a gránulos?, ¿cuánta azúcar pongo cuando lo dejo en reposo en la
nevera..?, ¿qué pasa si se me olvida colarlo en varios días…?. La mayoría de las veces es cuestión de
práctica y de sentido común. No se trata de convertir la tarea en algo complicado
sino en animarse a hacerlo y luego poco a poco ir solucionando dudas. Para
empezar, puedes obtener medio vaso de leche kefirada con un puñadito de
gránulos como una ciruela y a medida que va creciendo la masa ir añadiendo más
leche…Ya es un inicio..¿Que? ¿Te animas?
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