miércoles, 22 de agosto de 2018

DE TEMPORADA: AGOSTO

El entretenimiento infantil, el cumpleaños del enano y las fiestas de mi pueblo me han tenido un poco alejada de este medio durante parte del mes de agosto, pero tal y como me propuse no puedo faltar a la cita mensual del calendario de temporada. Inmersos en pleno verano, disfrutamos de todo el sabor de melones, sandías, melocotones, nectarinas y frambuesas, aprovechamos las últimas ciruelas y comenzamos a ver los primeros higos e incluso las primeras uvas moscatel procedentes de las zonas más mediterráneas. 



Me encanta la fruta, toda. Pero lo que me vuelve loca de este mes es el tomate: de pera, de ensalada, rosa, feo o sin nombre....los tomates criados al aire libre han recibido a estas alturas del verano todo el calor, agua y sol necesario para engordar y colorear llenos de sabor ¡¡¡por fin!!!! y así los tendremos disponibles casi hasta octubre. Originarios de América, al igual que los pimientos y las patatas, se han convertido en una hortaliza presente casi a diario en toda cocina, bien en crudo en ensalada o en salsas acompañando a otros alimentos. Ricos en vitamina C y en licopeno, resulta conveniente comerlos rojos y maduros para aumentar su digestibilidad, recordando que la cantidad de licopeno aumenta con la cocción y que sus propiedades antioxidantes se ven incrementadas si lo combinas con vitamina E, así que tan saludable puede resultar en ensalada como cocinado adecuadamente. Pero no todo son bondades; algunas personas son sensibles a las glicoproteinas del tomate sufriendo alergia alimentaria que incluso el mismo contacto con el jugo puede producir dermatitis, eccemas o picor en sus manifestaciones más leves.

Tomates y pimientos de la huerta de mi padre, cogidos tal cual de la planta.

Su compañero de cosecha, el pimiento, tiene cantidades importantes de vitamina C (superior a los cítricos), y aunque tiene fama de indigesto hay quien afirma que la capsaicina, el principio activo de la pimienta cayena o el chile, tiene fantásticas propiedades a nivel gástrico, reumático, antiinflamatorio e incluso como remedio para ciertas enfermedades de la piel. Para ser sincera, aunque me encanta hasta su olor, yo soy de esas a las que el pimiento no le sienta muy bien....pero si disfrutas comiéndolos (lo cual envidio) aprovecha para hacerlo en todas sus versiones: crudo, pochado, asado....


Calabacín de la huerta, como cada verano


Por algo será que algunos manjares propios de estas tierras navarras y riojanas lo combinan en platos tan fantásticos como la fritada, el pisto o el ajoarriero. Asi que sin olvidar a la otra hortaliza estrella del verano, el calabacín, sólo nos queda dar un repasito a estos suculentos platos con base de verduras. Lo vemos en otro post ¿vale?

Hasta pronto!!!

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