miércoles, 30 de mayo de 2018

¿Es malo tomar fruta de postre y por la noche?


Esa manzana que después de cenar va a echar por tierra la dieta de la semana….¿Por qué tiene tan mala fama tomar fruta de postre? ¿La manzana engorda más a las 22.00h que a las 10.00h?
En la web y en papel se pueden encontrar cientos de artículos dedicados a la conveniencia o fundamentalmente a los inconvenientes de tomar fruta de postre por la noche. No pretendo despejar la duda aunque al final insista en la importancia de incluir la fruta a diario en mayores y pequeños, pero me parece interesante hacer una revisión de la teoría para que luego cada uno haga una revisión de su práctica. Claro está que estas generalidades que veremos a continuación quedan enmarcadas en los hábitos de alimentación de la población en general, ya que de darse la necesidad de cuidados específicos de la dieta las pautas a seguir son las recomendadas por un profesional para cada caso en concreto.




QUE SE CUENTA SOBRE TOMAR FRUTA DE POSTRE


1. La fruta de postre engorda y por la noche más

Una pieza de manzana, pera, una ración de fresas o de cerezas, tiene las mismas calorías a media mañana que por la noche. Las frutas, famosas por ser fuente de vitaminas y de sales minerales, están compuestas fundamentalmente por agua, hidratos de carbono y fibra. Sus hidratos de carbono son azúcares de liberación más o menos rápida (fructosa), muy útiles para obtener energía en un momento determinado, que se metabolizan en poco tiempo y que en exceso puede producir un pico de azúcares en sangre, que si te vas a dormir no te va a servir de mucha energía para tus actividades…PERO…¿Cuántas frutas te comes de postre? La fruta es por naturaleza un alimento poco calórico (incluso las que tienen más azúcar). Entre comerse una pieza de fruta de postre y un yogur desnatado de sabor puede haber una diferencia ligera de calorías dependiendo del tamaño de la fruta pero apenas habrá diferencia de azúcares (probad a leer la etiqueta de estos lácteos) si la pieza elegida son albaricoques  fresas o melocotón. Es cierto que hay frutas con mayor cantidad de fructosa o glucosa, como el plátano por ejemplo, que quizá (y esto es opinión mía) puede ser parte de un buen desayuno o un tentempié ideal a media mañana. Pero, si no tienes problemas con la báscula y comes cantidades adecuadas no hay de que preocuparse ¿no?

Yogur desnatado: 7.6 g de azúcar y menos fibra que una fruta.

 2. Algunas frutas dificultan la digestión      
         
Las frutas ácidas como los cítricos o kiwis…dicen que pueden interferir con los jugos gástricos y con los ciclos de sueño, y por ello hay quienes prefieren tomarlas por la mañana o entre horas. Pero no todas los organismos son iguales, ni existen verdades universales, así que si no eres de esas personas a las que una naranja a la noche le sienta mal no hay ningún motivo para no tomarla. Cada uno tiene su propio baremo y percibe sus sensaciones. Cada organismo es diferente y a estas alturas ya nos conocemos, así que si algo no te sienta bien no lo tomes, pero eso no tiene que pasarte siempre ni a ocurrirle a todo el mundo por igual. En la mezcla de alimentos que a veces hacemos hay gran cantidad de factores que nos pueden afectar.


A veces, se recomienda tomar la fruta entre horas porque de esa manera, su digestión y la asimilación de las vitaminas en el intestino delgado es más rápida reduciendo así  la posibilidad de perder propiedades nutritivas por fermentación en el estómago al juntarse con otros alimentos. Pero tampoco está demostrado que comer fruta con el estómago lleno sea perjudicial, ni que las frutas fermenten en el estómago, ya que una vez mezcladas con los jugos gástricos todo sigue el proceso de digestión al unísono.

3. Si estás a dieta es mejor entre horas

Algunas recomendaciones para perder peso incluyen la ingesta de fruta antes de las comidas para ir alcanzando niveles de saciedad que eviten quedarte con hambre en las comidas principales.

Como opinión personal:

  • Creo firmemente en la recomendación de tomar un mínimo de 3 piezas de fruta al día, preferentemente enteras, con piel (si se puede) y con un adecuado ejercicio de masticación, que facilita la degustación, la preparación del proceso digestivo y el aprovechamiento de toda la fibra que aporta la fruta y que se pierde en los zumos.


  • El desayuno, el almuerzo y la merienda son momentos muy adecuados para incluir esas piezas de fruta, porque por un lado, ingieres esa cantidad de vitaminas, sales, fibra y agua que te aportan las frutas, y por otro lado, es una opción frente a otros snack menos saludables que nos tomamos a media mañana o a media tarde.


  • Una pieza de fruta es el mejor combustible antes de hacer ejercicio y después de hacerlo, porque te proporciona energía inicial y te reconforta de sales y líquidos al finalizarlo.


  • No suelo tomar postre al medio día, sí a las noches, y si me apetece me tomo una pieza de fruta (sobre todo si no he comido antes). Si alguna vez me siento llena y pesada no es por la fruta, es porque he cenado mucho.




  • Soy partidaria de comer de todo. La fruta me parece el postre ideal después de una comida a base de legumbres, ya que creo que pueden tomarse como plato único combinadas con cereales para conseguir proteínas completas. La fruta en estos casos ayuda a fijar el hierro de las legumbres, sobre todo si la pieza elegida es rica en vitamina C.  Hoy mismo, mis hijos y yo comeremos alubias con quinoa, un trocito de pan, y una manzana de postre. No hace falta más.


¡¡Y esto ha sido todo!! Seguro que tienes claro si esa sandía te sienta mejor entre horas o de postre, así que hazle caso a tu organismo, come cantidades adecuadas, sobre todo llega a esas cantidades recomendadas a lo largo del día, anímate a tomar fruta a diario, sola o acompañada, antes o después, mirando con ojos críticos también a lo que acompaña a la fruta.

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